Las estrellas

Viento, 

caricias, 

levedad 

y sabor...

Fuego, 

sonrisas, 

realidad 

y dolor...

Bolas de gas "ionizado" (no vaiga siendo que des astrophysiciens renommés se me pongan locos), quemando combustible nuclear a lo bastardo, cómo si no fuera suficiente toda una eternidad para comerse esa tuna. 

Arrancadas de los eternos mensajeros del tiempo, héroes de millones de batallas y una más... Integrantes solidarios de los fantasmas de cadáveres pasados (aunque los números digan lo contrario) que nos vienen a visitar en su forma primigenia.

Autosuficientes... Hasta que tienen que cambiar el garrafón del agua... Brillan con luz propia, abarcan lo que quieren abarcar y viven lo que tienen que vivir.

Generalmente comparten su vida con rocas que sobreviven a las cruentas batallas iniciales que, aunque parecieran el Armageddon, son el Génesis... de un Apocalipsis olvidado.